El otro día fui al “mall” con mi esposa para hacer unas compras que nos faltaban en la casa. Dentro de la lista de cosas que buscábamos había unas toallas que necesitábamos para nuestro baño y también para el baño de visitas. Como se acostumbra, visitamos a varias tiendas con el fin de ver la selección disponible y los precios. En la última tienda que fuimos tenían las toallas que queríamos y también otros cosas que necesitábamos. Le dije a mi esposa, “Amor, te diste cuenta que en la tienda a la vuelta de la esquina tienen las mismas toallas pero cuestan como $1.50 menos por toalla. Vamos a comprar las otras cosas que necesitamos aquí y después vamos y compramos las toallas en la otra tienda.” En ese momento mi esposa mi dio una mirada que decía: “Joey, es más fácil comprar todo aquí, es más, me da pereza ir a otra tienda a comprar las toallas.” No pude ni reaccionar cuando seguidamente me dijo, “Tienes razón, toma nada más un segundito ir a la otra tienda y podemos ahorrarnos casi $10.”
Esta experiencia me puso a pensar: ¿Cuántas veces hemos gastado más dinero de lo necesario simplemente por comodidad o porque nos da pereza esforzarnos un poco? Y ¿Cuál es impacto a largo plazo de todas estas pequeñas decisiones (de gastar $1 más aquí, $5 más allá, etc.) en nuestro futuro financiero?
Ahora bien, hay varias formas de analizar esto. Una es de calcular cuánto sería el valor a futuro de todos estos “gastitos” extras. Es decir, si en vez de gastar el dinero, lo invierto. Por ejemplo, usando el ejemplo de arriba, ¿cuánto dinero tendría si todos los meses ahorro $10 más y deposito los fondos en una cuenta para mi jubilación con un retorno anual de 6%? La respuesta es impresionante: ¡Por cada $10 por mes que ahorro desde ahora, en 30 años tendré $9,487 más para mi jubilación!
Otra forma de ver este mismo concepto sería de ver cuánto uno se ahorraría en intereses, a largo plazo, si se usan los $10 arriba mencionados para hacer un aporte adicional a pagar su tarjeta de crédito. En este ejemplo vamos a suponer que la persona mantiene un saldo en su tarjeta de $2000, que la tarjeta tiene una tasa de interés de 18% y que normalmente se paga el mínimo de $40 por mes. ¡En este caso, si la persona paga $10 más por mes a su saldo, a lo largo del plan de pago se ahorraría $3,854 en intereses!
En resumen, muchas veces se gasta dinero que fácilmente se podría ahorrar. Espero que este artículo ayude a los lectores a tener más conciencia al momento de tomar decisiones económicas que parecieran no tener mucha importancia porque, aunque no lo crea, ¡cada centavo si cuenta!