Escrito por Joey Levy | 06 de feb de 2015 | Presione aquí para ver artículo original
El miedo y la incertidumbre no le fue ajeno a ninguno de los jóvenes de éxito que ha pasado por esta columna. Sin embargo, y en la mayoría de los casos en cuanto a emprendimiento se refiere, la pasión, la dedicación, la persistencia y un objetivo claro coaccionan para amortiguar el temblor de ese trascendental primer paso.
Si bien es cierto que de la pasión surge la persistencia y la paciencia que estimula para llevar a cabo un proyecto, un aspecto tan vital como estas cualidades que suele pasarse por alto es la de elaborar un modelo financiero que respalde o enfoque un negocio.
“Solo un 10% de las personas tiran números antes de hacer un negocio”, cuenta el especialista en planificación financiera Joey Levy.
Para el asombro de las cerca de 70 personas que participaron el pasado lunes de la tercera edición del “Lunes con el pie derecho”, Levy continúa y señala que solo el 1% de las personas hacen un plan para controlar sus finanzas.
¿Por qué es tan importante esbozar un modelo financiero? Básicamente, para saber si el negocio que se pretende ejecutar es factible, si no se perderá dinero en el intento o, además, puede terminar enfocando aún más la idea primitiva del emprendimiento en cuestión.
“Hacer un modelo financiero ayuda a ver hacia dónde te diriges y conseguir inversores serios”, resalta Levy, que además aconseja que cuando se haga uno debe hacerse con una proyección del negocio de 5 o 10 años.
Si es tan productivo hacer uno, entonces ¿por qué tan poca gente se preocupa en elaborarlo? “Negación”, dice rápidamente Levy. “A veces uno no tira números porque lo desmotiva”. Es decir, tal vez cuando uno ve que en la planilla de Excel donde lo elabora predominan las cifras rojas que las verdes, el entusiasmo se pierde.
El especialista cuenta que aunque él no se dedica a hacer modelos financieros, ha puesto en contacto a futuros negociantes con quienes sí los hacen.
Una vez, un par de emprendedores querían abrir un negocio. Después de gastar entre 4 mil y 5 mil dólares, que según Levy es lo que puede costar un modelo financiero, las cifras les demostraron que en el corto plazo habrían perdido $800 mil.
Gracias a esa planilla de Excel, estos emprendedores se ahorraron, digamos, $795 mil en un negocio que no iba a funcionar como ellos querrían y un par de dólares más en ansiolíticos y pastillas para el dolor de cabeza.
Aunque hay personas que se dedican a elaborar modelos financieros, y si no se cuenta con un presupuesto para enfrentar este gasto que a la vez es inversión, si se quiere, uno mismo puede hacerse el suyo propio siguiendo los pasos que se enseñan en varios videos de Youtube.
Al cierre de la presentación de Levy, una señora de unos 70 años respaldó micrófono en mano los consejos que compartió el especialista: uno de sus hijos descartó la idea de elaborar un modelo financiero y terminó perdiendo muchísimo dinero en muy poco tiempo.
Como despedida, y a modo de reflexión, una frase de Winston Churchill proyectada en una pizarra blanca elegida por Levy cerró la tercera edición del “Lunes con el pie derecho”: “A aquellos que planifican les va mejor que a aquellos que no planifican. Aunque los que sí planifican muy pocas veces siguen su plan”. Al fin y al cabo, los modelos financieros son tan importantes como la idea, las ganas, el valor y la perseverancia a la hora de emprender