Escrito por Joey Levy | 13 de may de 2012 | Presione aquí para ver artículo original
Aunque la economía disfrutó un crecimiento sustancial de 10.6% en 2011, muchos panameños no han percibido un aumento equitativo en sus finanzas personales.
Por ejemplo, un oficinista que haya devengado un aumento salarial de casi 25% de su salario en los últimos cinco años, solo ha percibido un crecimiento salarial real del 19% debido a las alzas constantes del costo de la vida.
Aunque el 6% restante llegó a sus manos, el valor de este porcentaje fue diluido por el aumento de precios en todos los productos y servicios que consumió.
PAGOS EN TIEMPO DE INFLACIÓN
La queja generalizada de muchos panameños es que sus ingresos no se mantienen a la par del aumento del costo de los bienes y servicios. Este incremento de precios es medido por la Contraloría mediante el conocido índice de precios al consumidor (IPC).
El IPC refleja la variación a través del tiempo del costo de una variedad de productos y servicios consumidos por los panameños, entre ellos: alimentos, vestimenta y electrodomésticos.
Según muchos economistas, esta subida de precios tiene un efecto nocivo en la economía, ya que reduce la capacidad de compra o poder adquisitivo de los consumidores locales, no obstante un aumento salarial.
Esta caída en la capacidad de compra proviene de una devaluación o pérdida de valor de la moneda utilizada por los consumidores para realizar sus adquisiciones.
El IPC ha sufrido un aumento de 22% durante el período de cinco años comprendido entre 2007 y 2011, de 110.4 a los 134.70, lo cual representa una disminución en el poder adquisitivo del comprador panameño.
El producto interno bruto (PIB) nacional, que mide el agregado de las transacciones monetarias tanto del sector público como del privado, ha crecido durante el mismo período 36.11%, principalmente impulsado por los sectores de minería, construcción y transporte.
Esto refleja una disparidad sustancial entre el crecimiento de la economía nacional y la disminución del bienestar económico del consumidor panameño individual.
EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE PAGUE
Según la Contraloría, el salario mediano del trabajador panameño ha aumentado entre 2007 y 2011 en un 38.16%, haciendo un salto de 336 dólares a 465 dólares durante ese período.
No obstante, diversos factores, entre ellos el incremento del gasto estatal y el alza de la deuda externa, han generado una expansión en el nivel del circulante monetario superior a la demanda del mercado, lo cual ha fomentado un aumento generalizado de precios que ha afectado al consumidor.
Esto significa que a pesar de los incrementos salariales y el aumento importante del PIB, el poder de compra de los panameños no ha percibido un crecimiento proporcional que le permita obtener una superior cantidad de bienes y servicios en el mercado.
CRÓNICA DE POLÍTICAS ANUNCIADAS
Para el economista Diego Quijano, la falta de correlación entre el crecimiento del PIB y la capacidad de compra de los panameños nace de una deficiencia en el aumento de la productividad.
“La inversión estatal dispara los indicadores económicos más importantes, como el PIB, pero no necesariamente corresponden a un aumento en la producción de bienes y servicios útiles para los consumidores”.
Esto, aunado al aumento de la cantidad de fondos nominales en circulación debido a un mayor gasto público y un aumento de la deuda externa, genera una devaluación de la moneda local afectando adicionalmente a aquellos fondos ahorrados en la plaza bancaria.
LA BUENA HORA
Entre las políticas discutidas para que el consumidor local pueda protegerse de los efectos de la inflación, Joey Levy, especialista en planificación financiera, considera que sería interesante que los bancos de la plaza ofrecieran cuentas bancarias denominadas en distintas monedas para poder enfrentar la devaluación de la moneda local.
Al igual, sugiere pagar las deudas antes que las tasas de interés de EU y, por lo tanto, de Panamá, se disparen.
Jorge Giannareas, oficial de Políticas Públicas de Unicef Panamá, considera a su vez que es necesario prestar atención a la capacidad de las personas para generar ingresos.
“Debe llamar la atención la cantidad de personas que trabajan y, no obstante, son pobres. Debemos tener un ojo para el desarrollo de las capacidades de las personas para generar ingresos suficientes”, comentó.
Por su parte, José Abbo, director de la casa de valores SFC Investment, considera que es importante un desarrollo sustancial del mercado de valores nacional en el cual participe el ciudadano de a pie.
“En Panamá no tenemos un mecanismo que permita a las personas participar del crecimiento económico del país,” dijo.
Para Abbo, muchas empresas locales han registrado retornos superiores a la inflación. La compra de participaciones en estas empresas a través de un mercado de capitales local permitiría a los panameños protegerse de la pérdida de sus ahorros.
INFLACIÓN REGISTRA ALZA DE 6% EN ABRIL PASADO
El índice de precios al consumidor (IPC), uno de los indicadores económicos para medir la inflación en el país, registró un alza de 6% en abril pasado al compararse con igual mes de 2011. Este indicador, que también mostró un incremento mensual de 0.7% con relación a marzo, tuvo su mayor ascenso en la división de alimentos y bebidas, tras reportar un aumento de 7.9%, según el informe de la Contraloría General de la República.
La principal causa de esta alza en esta división se atribuye al aumento de los precios de las comidas fuera del hogar. Un ciudadano gasta como promedio un mínimo de tres a cinco dólares por una comida fuera de la casa. Los bienes y servicios, así como el transporte fueron otras, de las nueve divisiones que componen el IPC, que reportaron altos incrementos en un año.