Publicado en La Prensa 29 dic 2022
La gran mayoría de mis clientes son dueños de su propia empresa. Son personas muy trabajadoras que han invertido su tiempo, esfuerzo y dinero en crear negocios exitosos.
Hablas con ellos y te das cuenta que han pensado en todo: desde cómo agregar valor a la vida de sus clientes, hasta cómo crear un ambiente atractivo para atraer y entrenar a los mejores colaboradores.
Sin embargo, hay un área donde casi todos fallan: no tienen un buen acuerdo de accionistas/socios.
Cuando pregunto a dueños de negocios acerca de este tema, siempre recibo una de tres respuestas. La primera empieza con las palabras, “Lo que pasa es que…”.
Cuando alguien en Panamá te contesta diciendo: “Lo que pasa es que”, esto significa que no hicieron la tarea. Quizás la querían hacer o tenían intenciones de hacerla, pero hasta la fecha no la han hecho.
Así que la primera respuesta en realidad es: “no hemos hecho un acuerdo de socios”.
La segunda respuesta es: “Bueno, sí, tenemos el pacto social de la sociedad”.
Y la tercera respuesta es: “Sí, lo hicimos con nuestro abogado(a)” .
Antes de avanzar es posible que estés pensando, ¿por qué es tan importante este tema? La respuesta es sencilla: Cuando uno hace un plan financiero para una familia, proyectas a futuro sus ingresos y los activos que tendrán disponible para pagar sus metas financieras más importantes.
Como la empresa de uno normalmente representa la fuente principal de sus ingresos y uno de los activos más importantes de su patrimonio familiar, es sumamente importante cuidarla. Es decir, si algo le llegara a pasar a la empresa (fallecimiento de una persona clave en el negocio, una pelea de socios que acaba con el negocio, etc.) se podría descarrilar el plan financiero familiar. Una de las mejores maneras de prevenir que esto suceda es suscribiendo un acuerdo de socios.
Después de centenares de conversaciones con empresarios, les puedo decir con confianza que sólo el 5% de las empresas tienen un buen acuerdo de accionistas. Este artículo es para el 95% que, o no lo han hecho, o erróneamente piensa que el pacto social de su empresa es un acuerdo de accionistas.
Primeramente, tenemos que explicar la diferencia entre un pacto social y un acuerdo de accionistas. En términos sencillos, el pacto social es el documento legal que crea la sociedad.
Se registra en el Registro Público e incluye información sobre la empresa, incluyendo, pero no limitado a, el nombre de la compañía,
las personas que la constituyeron, los directores, su capital inicial y el tipo de acciones que se emitirán, etc.
Un acuerdo de accionistas, por otro lado, es un contrato privado entre los socios de una empresa. No es necesario para la creación legal de la sociedad, sino que es un acuerdo voluntario entre ellos. Este documento va más allá en el sentido de que incluye detalles sobre expectativas de cada persona, responsabilidades en el día a día de la empresa, los términos y condiciones bajo los cuales se van a adquirir, mantener y transferir las acciones de la empresa.
Hay temas importantes a considerar en un acuerdo de socios. Estos van desde el definir quién tiene la responsabilidad y autoridad para tomar ciertas decisiones, hasta establecer la política de dividendos y crear los lineamientos a seguir si alguien quiere retirarse de la empresa, queda incapacitado(a) o fallece.
Al tener un documento escrito que establece las reglas y obligaciones de cada socio, se minimiza la posibilidad de malentendidos y conflictos. Si surgen problemas, un buen acuerdo de socios proporciona un marco para resolverlos de manera justa y equitativa.
Hay dos puntos adicionales que no son parte del acuerdo de socios pero definitivamente son temas que se deben conversar entre socios. El primero es que no debes asumir que la visión y la motivación de los otros accionistas es la misma que la tuya. Hay personas que fundan empresas porque quieren tener libertad y ser “dueño de su tiempo”. Otros lo hacen porque desean sentir que han “creado algo” o dejado un legado para su familia. Hay los que buscan el prestigio de poder decir que son “dueños de su propia empresa”.
Y otros que lo hacen estrictamente para ganar más dinero. Si los socios no conversan de esto periódicamente podrían encontrarse en una situación incómoda donde cada uno está “remando por su propio lado”.
Es importante tener en cuenta que cada socio actuará y tomará decisiones en base a su visión para el negocio y su motivación personal. Por ejemplo, si un socio quiere construir la empresa más importante en su industria y está dispuesto a sacrificar todo en su vida para lograrlo, no es difícil predecir que tendrá un conflicto con un socio que quiere ser “dueño de su tiempo” y no trabajar los fines de semana.
De nuevo, por más que no sean temas legales, he visto muchos negocios destrozados por situaciones como estas.
Todo progreso comienza con la verdad. Si no tienes un buen acuerdo de socios, el primer paso es aceptar que te falta este documento. De allí, te recomiendo que te reúnas con tus socios y con tu abogado(a) para redactar uno.