El otro día estuve conversando con un potencial cliente para un taller de productividad personal/empresarial que ofrezco, cuando la persona dijo “suena súper interesante, Joey, pero estoy muy ocupada para participar”.
Dejando al lado la ironía de que una persona está muy ocupada para atender un curso cuyo propósito es liberar su tiempo, me pareció muy interesante su comentario. Digo esto porque cuando una persona dice que está “muy ocupada” para hacer algo, de alguna forma está diciendo que la decisión de en qué va a enfocar su tiempo está fuera de sus manos.
Miré a la persona y le dije, “eso no es cierto; nadie está muy ocupado para hacer nada. La realidad es que las personas eligen ‘estar ocupadas’. Es decir, tú decides cómo utilizar tu tiempo y si hay algo que quieres y/o debes hacer y no lo haces, es porque tú has priorizado otras cosas por encima de esa actividad”.
Piénsalo, ¿no es así? Cuántas veces has dicho que estás demasiado “ocupado” para hacer cosas que son realmente importantes en tu vida: hacer ejercicio, pasar más tiempo con tu familia, leer un libro o participar en un curso que te ayudará a convertirte en una mejor versión de ti, etc.
¿Realmente no tienes tiempo para estas actividades o estás poniendo actividades con menor importancia por delante de ellas?
Si te interesa retomar el control de tu tiempo y, por ende tu vida, sugiero que hagas lo siguiente: Escribe las actividades más importantes que quieres hacer/lograr en un papel. Por separado, en un cuaderno u hoja de Excel, divide tu día en bloques de 30 minutos. Por tres días escribe todas las actividades/tareas que haces. Al final de los tres días, revisa cada actividad/tarea con el fin de ver si cuadra con tu lista de actividades “importantes”. Nota: Normalmente, cuando mis clientes hacen este ejercicio, se sorprenden de la cantidad de tareas que están haciendo y no agregan valor a sus vidas. Si hay una actividad o tarea que hiciste pero que no está en tu lista de actividades “importantes”, trata de ver si es posible eliminarla (a veces uno hace las cosas en autopiloto y muchas veces si observamos nuestros procesos podemos optimizarlos eliminando tareas innecesarias), automatizarla o delegarla a otra persona. Y si hay algo en tu lista de actividades “importante” pero no tuviste tiempo de hacerlo, pregúntate “¿qué acciones (despertarme más temprano, organizarme mejor, etc.) podría tomar para cambiar esta situación?”. Se dice que “el infierno es la verdad descubierta demasiado tarde”. Si en 20 años tienes problemas de salud porque siempre estabas “muy ocupado” para cuidar tu bienestar, te vas a arrepentir. Si te levantas un día y tus hijos están grandes y perdiste los mejores años de sus vidas porque estabas “muy ocupado”, vas a sufrir. Acuérdate: “estar ocupado es una elección”.
El autor es especialista en finanzas personales y productividad
Escrito por Joey Levy, publicado en La Prensa, 7 de abril de 2018