En estos días todos recibimos un sin fin de noticias del Covid–19. La gran mayoría de esta información abarca el estatus global del virus; su impacto en nuestras finanzas personales y de negocios; cómo se afectará la economía mundial; y qué tanto hacen los gobiernos.
Todo esto es importante, pero creo que hay algo más relevante en lo que deberíamos estar enfocados: cómo manejar/controlar nuestro “mindset” ante esta situación.
En este ambiente de Covid-19 si uno tiene los pensamientos de que “mi negocio no está preparado y no se qué hacer” y/o “estoy preocupado porque esto puede acabar con mi empresa”. Pues la pregunta es: ¿Con qué́ emociones te llenarás? y la respuesta será incertidumbre, angustia, pánico y miedo. Y si uno se llena de este tipo de emociones, cuál será la calidad de los pensamientos y, por ende, de los planes estratégicos para manejar esta situación. ¿Cuán comprometidos estarías al momento de implementarlos? Creo que ya sabes la respuesta.
¿Qué diferencia a las personas que tendrán éxito en estos momentos, de las que no? Hay una palabra: mindset.
Regresemos al ejemplo de arriba: qué́ pasaría si en vez de decir “mi negocio no está preparado para esta situación y no se qué hacer”, para quedarnos con los brazos cruzados; uno se pregunta: “¿Cómo puedo aprovecharme de esto? ¿Qué́ nuevos productos/servicios necesitan nuestros clientes? ¿Las estrategias y tácticas usadas en el pasado funcionarán en el nuevo ambiente que viene? ¿Cómo utilizar el tiempo dado por esta realidad para rediseñar nuestros procesos y optimizar nuestras operaciones y mejorar nuestra rentabilidad cuando salgamos de esta situación?
¿Con qué emociones te llenarías si te haces las preguntas arriba mencionadas? La respuesta es motivación, certeza, oportunidad y coraje.
Entre las dos personas arriba descritas, la que domina su mentalidad y la que se deja llevar por ella, cuál desarrollará́ mejores planes estratégicos para aprovecharse de esta situación económica. ¿Cuál tendrá mayor capacidad de recuperación y compromiso para buscar soluciones si no funcionan algunas de sus estrategias y necesitan cambiar de rumbo? La respuesta es obvia para mí.
Esto no solo aplica en tu negocio. ¿Cómo puedo aprovechar este tiempo para mejorar las relaciones con mis seres queridos? ¿Qué puedo hacer para mejorar mi salud mental, emocional y física, ahora que tengo tiempo para ello? ¿Qué puedo hacer (leer libros, escuchar podcasts y tomar cursos en línea) para ser un líder y agregar más valor a la vida de mi familia y de mis colaboradores en el trabajo?
Finalmente quiero dejar muy claro que no estoy diciendo que lo único que debe hacer uno para tener éxito en esta situación es simplemente pensar que las cosas saldrán bien por arte de magia. Para nada. Uno debe trabajar duro, esforzarse y estar muy comprometido en manejar y controlar su mindset.
Al final de todo, es como dijo Henry Ford: “Tanto si piensas que puedes como si piensas que no, tienes razón.”
Escrito por Joey Levy, publicado en La Prensa, Martes 31 de marzo, 2020.