Hace un año empecé un programa de bienestar con el fin de perder peso y mejorar mi salud en general.
En la primera sesión del curso, el coach me dijo, “No te voy a hablar de cómo mejorar tu salud ni cómo vivir una vida sana, porque tú ya los sabes. Todo el mundo sabe que significa comer saludablemente y también sabe qué debería hacer y no hacer para vivir una vida sana. Lo que te quiero explicar es porque tú no haces lo que sabes que deberías hacer.”
Me explicó que, aunque el ser humano haya evolucionado, nuestro cerebro es más o menos el mismo que tenían nuestros ancestros, los cavernícolas. Y me hizo entender que mi cerebro primitivo tiene sólo dos funciones básicas: buscar placer y evitar dolor. Dijo, “Si algo te da placer, lo haces; si algo te incomoda o te causa dolor, lo evitas. Y esto no es una decisión que tomas a nivel consciente, sino es un mecanismo de defensa que el ser humano desarrolló a través de centenares de miles de años para poder sobrevivir como raza.”
Ahora vemos una de las razones principales por la cual no comemos bien. Es porque muchísimas de las comidas que saben riquísimas, a la vez, son malas para nuestro organismo. En otras palabras, nos dan placer instantáneo y el dolor postergado (enfermedades y problemas médicos que no sentiremos hasta un futuro lejano).
El coach me explicó, “Ante la decisión de tener placer instantáneo o dolor postergado, el cerebro primitivo siempre elegirá el placer. Si quieres romper este instinto natural, lo que tienes que hacer es traer el dolor postergado del futuro al presente con el fin de tomar una decisión basada en una comparación de manzanas a manzanas.”
Para mí esto fue una revelación. Ahora cuándo voy a comer una comida que no necesariamente es saludable hago dos cosas: Primero, me pregunto: “¿Esta comida me dará la nutrición que necesito para vivir saludablemente hoy y para no tener problemas de salud en el futuro?” Segundo, visualizo en mi mente los problemas de salud y enfermedades que comiendo esta comida me traerá en el futuro. Si la respuesta a mi pregunta es “no” y mi visualización del futuro es negativo, no como la comida.
Ahora bien, ¿cómo se relaciona todo esto con el tema de las finanzas personales?
Sencillo. Todo el mundo sabe qué tiene que hacer para tener sus finanzas personales sanas. ¿Quién no sabe que deberías ahorrar para tu futuro? ¿Y quién no sabe que no deberías gastar más de lo que ganas y que no deberías endeudarte?
Como dijo el coach, el problema no es que la gente no sepa esto. El problema es que las actividades que causan daño a nuestras finanzas personales (comprar cosas que están fuera de nuestro alcance, endeudarnos para vivir más allá de nuestra realidad financiera, entre otras) nos dan placer instantáneo pero el dolor es postergado. Y como ya vimos, ante esa decisión tu cerebro primitivo casi siempre te llevará por el camino equivocado.
Si quieres mejorar tus finanzas personales, recomiendo que hagas lo siguiente: Primero, hazte la misma pregunta que yo me hago acerca de mi salud: “¿Esta compra me ayudará a mantener mis finanzas personales sanas hoy y me ayudará a no tener problemas financieros en el futuro? Segundo, visualiza en tu mente los problemas financieros que tendrás en el futuro por haber malgastado tu dinero. Nota: yo uso un plan financiero para visualizar el costo de la vida en el futuro y para asegurarme que mi nivel de ahorros es suficiente para evitar problemas financieros en el futuro.
Finalmente, quiero dejar claro que no estoy diciendo que deberías llevar este concepto al extremo. Es decir, de vez en cuando yo como comida que no es saludable y también me compro cosas que son puros caprichos. Lo que si estoy diciendo es que si quieres llegar a cumplir con tus metas (de ser una persona saludable y de tener finanzas sanas para no tener problemas financieros en el futuro) estas cosas deberían ser la excepción y no la regla.
Escrito por Joey Levy, publicado en La Prensa, 24 de junio de 2017
https://impresa.prensa.com/economia/comemos-bien-ahorramos-suficiente_0_4786771349.html