Escrito por Joey Levy | 09 de oct de 2010 | Presione aquí para ver artículo original
Una de las preguntas frecuentes que recibo al final de mi charla de “La crisis del Dólar” es: “Estoy de acuerdo de que si el gobierno estadounidense continúa imprimiendo dinero “de la nada” su economía no se recuperará y que el dólar seguirá devaluándose. Lo que no entiendo es, ¿si la economía del mayor consumidor del planeta colapsa, no se colapsaría la economía global también?”
Tengo que admitirles que, hace años atrás cuando empecé a investigar este tema, me hacia esta misma pregunta. Es lógico. Le di vueltas al asunto hasta que un día me acordé de la ley de la conservación de la energía: “la energía no puede crearse ni destruirse, sólo se puede transferir de una forma a otra.” Ya tenía mi respuesta: el poder adquisitivo, que ahora está en manos de las personas con dólares, no se destruirá, sino será transferido a las personas con otras monedas a medida que el dólar pierda su valor. Estas personas, que en realidad suman miles de millones, compensarán por la pérdida del mercado estadounidense y tomarán las riendas del consumo mundial.
Para ver como este concepto se aplica tenemos que primero entender que el dólar es la “moneda de reserva internacional”. Esto significa que casi todo (agricultura, recursos naturales, etc.) está cotizado en dólares. Esto ha creado una demanda artificial para esta divisa. Es decir, el tener que usar dólares para comprar petróleo, por ejemplo, ha forzado al mundo a acumular dólares y esto ha causado que la moneda tenga un valor elevado que no se justifica considerando el mal manejo del mismo por parte del gobierno estadounidense.
Veamos un ejemplo de la producción de camisas hechas en la Malasia para ver cómo funciona esto: Una fabrica en Malasia necesita energía (a base de petróleo) y algodón para producir camisas. Como el dólar tiene un valor artificialmente alto (por ser la moneda de reserva internacional) ante la moneda de Malasia (el ringgit), el costo de la energía y el algodón para los malayos es relativamente cara. Es decir, una camisa que se considera económica en una economía dolarizada como Panamá es relativamente cara para el malayo que lo produjo. Ahora bien, ¿qué pasa cuando el dólar pierde valor ante el ringgit? La respuesta es que la energía y el algodón ahora son más baratos para los malayos. Por ende las camisas que ellos producen serán más económicas para ellos y más caras para nosotros. Al ser más accesible los precios de las camisas, los malayos (y otras personas que no usan el dólar) empezarán a consumir más de estos productos mientras que las personas que usan dólares consumiremos menos.
Igual que la energía se transfiere, el poder adquisitivo del mundo se está transfiriendo. A medida que el dólar pierda valor, las cosas serán más caras para nosotros y más económicas para el resto del mundo. Ellos empezarán a consumir más y nosotros menos y de esta forma la economía global se estabiliza. Si no ha diversificado sus ahorros afuera del dólar recomiendo que lo haga lo más pronto posible. De esta forma mantendrá su poder adquisitivo y no le afectará tanto la devaluación de nuestra moneda.