¿Un regalo o una pesadilla?

Imagínate que tu hijo (a) está en su último año de la escuela secundaria, acaban de aceptarlo (a) en la universidad y no tienes suficiente ahorrado para pagar todos los gastos relacionados con los estudios universitarios de él/ella. ¿Cómo te sentirías y qué harías?

En mi experiencia, ante esta situación, son muy pocos los padres que le dirían a su hijo (a) que no tienen el dinero para pagar su carrera universitaria. La mayoría de las personas harían lo que fuera (utilizar los ahorros de su jubilación, vender activos de su patrimonio, pedir un préstamo al banco, etc.), antes de tener que darle esta noticia a su hijo (a).

Entiendo porque una persona haría esto; sin embargo, el propósito de este artículo es explicarle a mis lectores por qué esto es exactamente lo opuesto a lo que debes hacer.

Digo esto porque, a lo largo de mi carrera, he hecho la planificación financiera de múltiples familias que mandaron a sus hijos a estudiar en universidades que estaban fuera de su alcance y más adelante, en la tercera edad, tuvieron problemas financieros serios. En cada uno de estos casos, los problemas financieros fueron tan graves que las personas tuvieron que pedirle ayuda económica continúa a sus hijos (para no perder sus residencias, pagar sus gastos médicos y, en dos ocasiones, para poder subsistir).

Ahora bien, te pregunto: ¿Estas personas realmente le dieron a sus hijos un “regalo” al pagarles la universidad? ¿O más bien, una “pesadilla” al tener que cargar con sus padres por el resto de sus vidas? Digo una pesadilla no solo por el hecho de que uno tenga que utilizar su dinero para ayudar a sus padres, sino por lo que estas situaciones eventualmente causan entre los miembros de estas familias.

Por ejemplo, me acuerdo de dos hermanos que estudiaron en universidades de primera línea en el extranjero y, por falta de una buena planificación, años después sus padres necesitaban ayuda económica. Uno de los hermanos, mi cliente, estaba bien económicamente, pero su hermano no. Al momento de hacer los aportes para ayudar a sus padres el hermano de mi cliente siempre se atrasaba y/o no aportaba porque estaba “apretado”. Un día mi cliente me comentó, “mi hermano dice que no le va bien y que no puede aportar a lo de mis padres, pero se acaba de ir de vacaciones con su familia. ¿No puedes ayudar a tus padres, pero te puedes ir de viaje?”.

En otro caso, no hubo un problema entre los hermanos, sino con el cónyuge de una cliente que estaba molesto con sus suegros porque durante sus vidas habían “vivido más allá de su realidad financiera, viajando por todo el mundo y despilfarrando su dinero” y él sentía que ahora su familia tenía que privarse y bajar su estilo de vida por la irresponsabilidad de ellos. Esto terminó causando problemas matrimoniales y la pareja casi se divorció.

Si tienes hijos chiquitos es sumamente importante que empieces a ahorrar desde ahora. Si no lo has hecho, debes hacer un plan financiero con el fin de ver cuánto tienes que ahorrar mensualmente para no encontrarte en las situaciones arriba mencionadas.

Si tienes hijos que están cerca de graduarse y no has ahorrado suficiente para pagar la universidad de ellos, recomiendo que no dejes que tus sentimientos de culpabilidad/pena te lleven a utilizar tus ahorros de jubilación para pagar la universidad de tus hijos. Habla con tus hijos y diles la verdad. Explícales exactamente cuánto dinero hay disponible para pagar la universidad de ellos, investiguen con ellos para ver qué otras opciones existen (universidades más económicas) y ayúdales a ver qué otras fuentes de dinero existen (becas, préstamos educativos, etc.) para pagar la diferencia entre lo que tienes para ellos y lo que necesitan para pagar la universidad.

Quiero dejar claro que, de ninguna manera, estoy diciendo que uno no debe pagar la universidad de sus hijos. Lo que sí estoy diciendo es que solo debes pagar lo que puedas y que nadie gana si “n” años después de pagar los estudios de tus hijos tienes que tocarles la puerta para pedir ayuda económica.

Si quieres ayudar a tu hijo, paga lo que realmente puedas de su universidad y procura tener suficiente dinero para no ser una carga para él/ella en el futuro. Esto es el mejor regalo que les puedes dar.

Escrito por Joey Levy, publicado en La Prensa, 14 de octubre de 2017

https://impresa.prensa.com/economia/regalo-pesadilla_0_4870762956.html

 

 

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